jueves, junio 29, 2006

santiago en 100 palabras


[ salgo a la hora de siempre de mi casa para tomar la micro.como no pasa nunca mi amada 430, opto por subir a una transantiago.Lo bueno: no suben los tipicos sordos, mudos, ciegos, paraliticos, seudo cantantes, vendedores de un sin fin de artilugios. Lo malo: los 45 minutos de viaje se transforman en 80. Conclusion: no mas transantiago en mi vida.por lo menos hasta ke sigan viviendo las micros amarillas.]

2 comentarios:

Syrgo de Enefaso dijo...

vaya, que buena sorpresa, algo de mas de cansancio cansador a este vacio monetaml.... que gueno, espero que visites los otros sitios...y que comienzes por alguna palabra,,,,, a no ser que le hagas honor al lema...el ocio es gueno pa la salud

Gabriel Bornes dijo...

Yo extraño las micros locas de mi pasado. Cuando pagar escolar me costaba 5 pesos. Cuando el ruido d ela chatarra me hacia dormirme. Cuando nos fijabamos pro la ventana, cuando era un placer bajarse y volver a casa. Estraño el multicolor desfiles de micros de diferentes colores. Extraño ser niño, por que duró muy poco.